Historia de Navidad: una fan muy especial enciende nuestras luces navideñas
Como sabéis, este año ha sido difícil para nosotros por muchos motivos pero gracias a vuestros mensajes de apoyo y ánimo estamos consiguiendo salir adelante y mirar al futuro con optimismo. Y la historia que os queremos contar comienza precisamente con un mensaje que recibimos en Facebook el 18 de julio (dos días después del incendio de nuestras instalaciones en Dos Hermanas). En él una madre, María Esperanza, nos daba todo su apoyo y relataba cómo su hija había visto desde su coche el estado en el que se encontraba la fábrica y comenzó a llorar porque este año no habría luces navideñas en nuestra valla.
Desearos lo mejor y que todo vaya bien en la reconstrucción de la fábrica. Pasé hoy por la tarde y mi hija (que ayer vio el fuego y las nubes negras del incendio), al pasar hoy y ver calcinadas las naves se puso la mano en la boca y dijo triste: `Mami mira cómo está todo quemado´ (tiene casi 5 años). Se puso a llorar… y me dijo después: `¿Mami estas navidades estarán las luces puestas?´ Y es que le encantan las luces que ponéis en la verja. Y le dije que seguro que sí, que construirían otra vez y seguro que las vemos. Así que mucho ánimo Grupo Ybarra y mi más noble y sincero apoyo. A empezar la Reconstrucción…no podemos estar sin vosotros. Besos y abrazos.
Para todos los que formamos Grupo Ybarra, mensajes como ese nos han servido de estímulo para conseguir que esta Navidad estemos, como siempre, en miles de reuniones familiares. Y la mejor manera de agradecer ese impulso fue invitar a María Esperanza y su familia para que fuera su pequeña la que encendiera nuestras luces navideñas este año.
La pequeña Lucía, la protagonista de esta historia, conoció junto a sus padres lo que ha quedado en pie de nuestras instalaciones, pulsó feliz el botón que iluminó las luces de nuestra fachada e inauguró nuestra Navidad más especial. Ella, sin saberlo, representó en este acto a todos los que nos habéis deseado lo mejor a través de llamadas, cartas o mensajes y nos hizo ver que en nuestra fábrica no sólo se realizaban mayonesas o salsas, sino que se alimentaban sueños e ilusiones.
Su madre finalizó su comentario aquel día con un “no podemos estar sin vosotros”. Pero lo que no sabía es que, sin duda, somos nosotros los que realmente no podemos estar sin vosotros.