Las legumbres
Las legumbres son una de las grandes «olvidadas» de la dieta mediterránea. Los datos sobre su consumo así lo confirman: comemos una cuarta parte menos de legumbres que hace 50 años. De 40 gramos diarios se ha pasado a 12 gramos por persona. Por ello, hoy os queremos recordar que son ricas en vitaminas y bajas en sodio y grasas saturadas. Fuente de proteínas, su alto contenido en fibra ayuda a reducir el estreñimiento y el colesterol en sangre.
Sanas e imprescindibles dentro de una dieta equilibrada, las legumbres forman parte de las cocinas de todos, se usan en recetas tradicionales y en recetas innovadoras. Son excelentes para hacer ensaladas o hamburguesas y es uno de los ingredientes imprescindibles de las recetas de guisos.
Hacemos un repaso por algunas de las legumbres más conocidas:
Alubia blanca de riñón: de color blanco, forma de riñón y de tamaño grande, este tipo de alubia es cremosa de textura y muy agradable al paladar. Son las que más se demandan y se cultivan principalmente en León y Ávila.
Alubia negra de Tolosa: con un grano casi redondo, su tamaño es mediano. Es una variedad muy apreciada y su procedencia es Tolosa. También son similares en color y sabor la alubia negra redonda de Cuenca y la negra de Alcalá.
Alubia verdina: de color verde y escasa producción posee gran valor gastronómico. Esta variedad se da en Asturias. Su piel es muy fina y su tamaño es más pequeño que el de las tradicionales.
Alubia canela: de delicado sabor y de rápida cocción, es muy utilizada en la alta cocina.
Fabes de Asturias: poseen la denominación de origen (D.O) Asturiana. Son grandes y planas y con ellas se cocina uno de nuestros platos más internacionales.
Pochas: una variedad de alubia blanca consumida antes de su madurez y típica de Navarra.
Lenteja rubia Castellana y de la Armuña : es la más vendida en España. Es de forma lenticular y de tamaño superior a los otros tipos. Se cultiva sobre todo en Castilla la Mancha, pero también en Salamanca, Granada y Cuenca.
Lenteja verdina: es de tamaño pequeño y color que oscila del verde al verde amarillento con manchas negruzcas. Se cultiva en Valladolid, Palencia, León y Burgos. Tienen la facultad de no descomponerse, su piel es muy fina y no se desprende.
Lenteja pardina: rápidas de cocinar y con gran contenido en fibra. Son una de las lentejas más utilizadas en nuestras cocinas.
Lenteja castellana: es la más grande dentro de estas legumbres. Son aplastadas y redondas.
Garbanzo pedrosillano: su nombre se debe a la localidad de la que procede en Salamanca. Su grano es casi totalmente redondo y pequeño. Actualmente se produce en Castilla León, Castilla La Mancha y Andalucía. Es mantecoso y posee un sabor exquisito.
Garbanzo lechoso: posee un color amarillento muy característico. Alargados y de gran cremosidad, estos garbanzos poseen unos surcos profundos.
Garbanzo manteca: sus características y color son similares a los anteriores. Ambos, además, son ricos en proteínas.
Garbanzo castellano: de tamaño medio o grande, es el más consumido en España. Es como una esfera con un pronunciado pico. De sabor y consistencia delicada.
Garbanza: es un garbanzo mayor que el corriente, de una calidad suprema y más blanco.
La soja: desde hace unos años esta legumbre forma parte de nuestras cocinas. Saludable y llena de sabor es un gran aporte de proteínas para nuestro organismo. Cuando la soja es cosechada verde, antes de su madurez, en su vaina se llama edamame y estamos seguros que muchos lo habéis probado en los restaurantes asiáticos.
Guisantes: muchas veces nos olvidamos de ellos al considerarlos verdura, pero es una leguminosa y posee, al igual que ellas, fibra, minerales, vitaminas y antioxidantes. Una buena forma de tomarlos durante invierno es elaborando una crema con aceite de oliva Virgen Extra Ybarra.