Plantas aromáticas: cada vez más presentes en nuestra cocina
Sus olores inundan la cocina cuando las utilizamos dotando a nuestros platos de un toque singular y muchas veces romántico. Son las plantas aromáticas que cada vez está más de moda utilizar en las recetas. La gran virtud de las plantas aromáticas debe ser no esconder el sabor de los alimentos que preparamos con ellas, sino ensalzar y realzar las cualidades del plato. Y, a veces, encontrar este equilibrio es difícil al igual que saber cuál es la hierba más adecuada para utilizar.
Salvia, hierbabuena, tomillo, romero, menta chocolate , estragón, laurel, hinojo, eneldo, cilantro, orégano, albahaca, perejil… ¡cuántas veces al pasar por el mercado nos quedamos parados para oler y despertar nuestros sentidos con los aromas de estas plantas!
Entre las más conocidas están la albahaca y el tomillo, que son las dos que hemos utilizado para ilustrar nuestro post de hoy aromatizando el aceite de oliva Ybarra y con las que vamos a comenzar para ir contándoos poco a poco cómo utilizar cada una de ellas en la cocina.
La albahaca, de origen asiático, se comienza a utilizar en la cocina en el siglo XVII en el sur de Francia y se recoge desde el final de la primavera hasta el final del verano. A partir de ahí se procede al secado y al envasado para mantener sus propiedades y que se pueda consumir durante todo el año. Si la cultiváis en macetas en casa, la podéis secar y congelar para ir utilizándola poco a poco en vuestros platos.
Os recomendamos combinarla con la pasta, es perfecta para hacer ensaladas y es el complemento ideal para algunos tipos de queso. Para salsas es también excelente, siendo la más conocida la de pesto. En la dieta mediterránea es muy utilizada y su combinación con el tomate es perfecta para el paladar. Una de las sopas frías con las que más se emplea es con la sopa de tomate.
El tomillo se remonta a la época del Antiguo Egipto, donde ya se utilizaba quemado para purificar el aire tras ciertas enfermedades. Durante la época romana, además de utilizarse por sus propiedades terapéuticas, se comenzó con su uso culinario para aromatizar carnes y pescados.
Se caracteriza por su versatilidad en la cocina. Es uno de los condimentos básicos de la dieta mediterránea identificable por su aroma intenso y su ligero sabor a menta, ambas cualidades lo hacen insustituible en muchos platos de la cocina tradicional. Debido a que soporta grandes tiempos de cocción es perfecto para hacer guisos, arroces y caldos. Es ideal para aromatizar el vino y combinado con queso se logran platos con una fuerte personalidad como nuestras piruletas de parmesano Ybarra.