Pon un poco de sal en tu mesa (II):
El lunes desde nuestro Facebook de Ybarra os hicimos una breve introducción de los tipos de sal que podemos encontrar en el mercado y hoy queremos contaros cuáles son las más utilizadas en la alta cocina para que os llevéis una pizca de gastronomía a vuestra mesa aderezando, eso sí, con moderación, vuestros platos favoritos:
Flor de Sal: El nombre de flor le viene del proceso mediante el cual se extrae, es la primera capa desecada de sal, los primeros cristales que se recogen. Hay muchas pero… una es la reina indiscutible: La Flor de Guérande, se extrae de las Costas de la Bretaña Francesa y es de una gran pureza, rica en magnesio y otros oligoelementos. Es perfecta para poner sobre nuestras ensaladas, pescados. En Gales encontramos la otra Flor de las sales, la de Camargue ligeramente húmeda, muy suave al paladar y con un ligero color violeta.
Sal Rosa del Himalaya: Nos extendimos sobre ella en nuestro anterior post pero no incluimos que, molida, es la sal perfecta para sazonar los platos hechos con huevo.
Sal Maldón: Es posiblemente la más popular y utilizada en los Restaurantes de alta cocina, de origen inglés, del Condado de Essex, es conocida también como “sal en escamas” debido a su forma. Produce unos agradables pico de sabor en el paladar al utilizarla sobre carnes, pescados y verduras aliñadas.
Sal de Halen Môn: Es un tipo de Maldón especiada que procede de la isla de Anglesey, en el País de Gales, llena de matices en el paladar es perfecta para acompañar las carnes de caza.
Oshima Island Blue: Privilegio de unos pocos pero si tenéis la oportunidad de probarla no lo dudéis! Procede de Japón y posee un color ocre característico de la forma en la que se recolecta; se utiliza para ello unas vasijas de boca ancha que se colocan en lagunas lindantes a la playa y que al subir la marea se llena, en verano se evapora el agua y queda la apreciada “flor de sal” en su interior.
Sal Roja: Originaria de Hawai también es conocida con el nombre de sal de Alaea (arcilla volcánica), que además es el elemento que aporta el color rojo característico a esta apreciada sal. Su grosor puede variar y aporta un sabor suave y especial a carnes y pescados.
¿Habéis probado alguna de ellas?