Un Poco de Sal en tu Mesa (I)
La semana pasada nos invitaron a la inauguración de un Restaurante y entre las diferentes degustaciones que nos ofrecieron, hubo una que incluía “Espuma de Aguacate con Sal Rosa del Himalaya”, tan sugerente y bonito nombre nos llevó a iniciar una búsqueda sobre las Sales que actualmente se encuentran en los Mercados.
Podemos encontrarlas de diferentes formas, colores y sabores, las hay rosas o grises, en escama o en cristal, procedentes del mar o de la alta montaña, pero todas y cada una de ellas posee una característica que la hace distinguirse de las demás.
Entre nuestro Productos tenemos la sal Ybarra que procede de las conocidas Marismas de Sanlúcar de Barrameda (Cádiz). Sus perfectas condiciones climatológicas, escasas precipitaciones y continuos vientos, favorecen la evaporación del agua del Atlántico, surgiendo así la preciada sal de esta zona. De una manera casi artesanal se transforma en las distintas variedades: Fina, Gruesa y Especial para Hornear.
La sal, en verano, es uno de los complementos imprescindibles en nuestra mesa para aliños de ensaladas y carnes a la brasa y su utilización es clave para conseguir un toque de distinción y sibaritismo en nuestra mesa, son las denominadas “Sales Gourmet”. Cómo son varias os iremos hablando durante esta semana de cada una de ellas. En este post os hablaremos de la Sal Rosa del Himalaya:
Es una sal de roca que debe su nombre a su origen y color, sal de gran pureza que se recoge mediante un proceso manual en las estribaciones del Himalaya, en los estratos geológicos sedimentarios del enorme océano que hubo allí hace 200 millones de años.
Su utilización es tanto culinaria como terapéutica y debido a alto contenido en minerales y oligoelementos es también llamada “Oro blanco”. Entre los muchos efectos terapéuticos que posee destacamos tres: equilibra el exceso de acidez en las células, ayuda a regular el contenido de agua en el cuero y actúa como un potente antihistamínico natural.
¿Y qué le aportará a nuestra mesa? Color y sabor. Su impresionante color rosado dará un toque de distinción a nuestra mesa y su ligero sabor amargo junto con la explosión que produce en nuestro paladar cuando tropezamos con ella hace que maride perfectamente con carnes y pescados. Se utiliza esparciendo la sal por encima justo antes de servir nuestro plato para evitar así que se deshaga y que el contraste en el paladar sea aún mayor.