Los helados: nutritivos y sanos
Son la dulce tentación del verano tanto para pequeños, jóvenes, no tan mayores y para mayores. Nadie se puede resistir a su sabor y frescor, los helados son, sin duda, los reyes del verano y tomarlos es un placer al que no hay que renunciar. Son nutritivos y tomados en su justa medida lo hacen un alimento saludable para esta época de altas temperaturas.
Dos son los tipos de helado que consumimos habitualmente: los que tienen base de leche y los de base de agua. Los primeros poseen más nutrientes y los segundos menos, pero su contenido calórico es menor y tienen más cantidad de fruta (los helados de frutas son perfectos para completar las raciones diarias recomendadas de este alimento).
Siempre tomados dentro de una dieta equilibrada, los helados son una buena opción para tomar entre horas o como postre. Los podemos encontrar en distintos formatos y de diferentes sabores. Aunque en España su consumo se dispara en verano, en los países del norte de Europa (los mayores consumidores) se toman durante todo el año llegando a unas cifras de 12 litros de helado per cápita.
Un estudio realizado por la Universitat de Barcelona (Fuente: Dieta Sana), señala que si se consumen 100 gramos del helado más calórico del mercado, sólo se habrá consumido un 16% de las calorías que cada adulto tiene que tomar cada día. Además, los helados son fuente de proteínas lácteas y aportan calcio y vitamina B2.
¿Un motivo más para tomarlos? Estimulan la sensación de bienestar y nos ayudan a controlar la ansiedad. Son fuente de placer para nuestro cerebro y al tomarlos estimulamos diferentes zonas de nuestro paladar, por lo que nos enriquecen y proporcionan frescor.
Nosotros os hemos elaborado dos tipos de helado. Uno de aceite de oliva virgen extra Ybarra, ideal para tomar solo o acompañando un carpaccio de calabacines y tomates, un plato que sin duda dejará a todos con la boca abierta. Y nuestra otra propuesta es un helado de frutas, rápido, cremoso y tan sencillo que una vez que los descubráis querréis hacerlo una y otra vez.
Por cierto, ¿cómo os gustan más los helados con base de leche o de agua?