Hijos y verdura: trucos para que la coman mejor
Que los hijos coman verduras y además la disfruten es uno de los retos más difíciles dentro de la educación alimenticia – basada en la dieta mediterránea y con el aceite de oliva virgen extra como base- que queremos transmitirles. Por eso, hoy os dejamos unos trucos para que podáis conseguirlo:
1.- ¿Os acordáis del juego del “veo-veo”? Seguro que alguna vez habéis jugado con vuestros padres o lo hacéis actualmente con vuestros hijos. En este caso y para que nuestros hijos coman verduras el mejor truco es esconderlas. Cuando terminéis de elaborar su plato de verdura tratad de jugar con él al “veo-veo”: si es capaz de decir una de las verduras que ve, él habrá ganado por partida doble. Así que este es nuestro primer consejo: aprended a “camuflar” aquella verdura que no le gusta o le cuesta más comer. Para ello utilizad sus platos favoritos: pizzas y pastas de colores y poned la verdura triturada en la base de tomate.
2.- Recurrir a los sabores fuertes que encubran el sabor de la verdura. Para ello haced diferentes cremas con queso y dejadlas muy suaves. A medida que los niños vayan aceptando el sabor habrá que reducir la cantidad de queso y aumentar la de verduras. Podéis probar con calabacines, calabaza o puerros. Eso sí, estos últimos con precaución ya que tienen un sabor muy intenso.
3.- Dar forma divertida a las verduras: un pimiento en tiras siempre será un pimiento pero… ¿y si tiene forma de estrella o es la nariz de un muñeco elaborado con puré de patatas? A los peques les gusta pasar buenos momentos junto a nosotros y si hacemos de la comida uno de esos momentos especiales seguro que lo recibirán con otra disposición.
4.- Utilizar la fritura y dejarla crujiente: unos bastones de calabacines fritos o unos calamares del campo son más fáciles de tomar por ellos que una menestra de verdura, por lo que el objetivo estará cumplido: tomarán los mismos nutrientes. Si veis que aún así sigue siendo complicado, mezclad entre la verdura patatas fritas a las que no podrán negarse.
5.- Emplear su batido de frutas favorito como gancho e introducir algo de verdura que combine en sabor. Uno de los que más les gusta es el de zanahoria con zumo de naranja. Les aportarás nutrientes por partida doble y se lo podéis dar como postre a la hora de comer o cenar.
Y el mejor consejo de todos es meterlos en la cocina, que se pongan el delantal y ayuden a seleccionar las verduras, a trocearlas, a cocinarlas, a descubrir sus sabores y a disfrutar en la mesa de lo que ellos mismos han elaborado. El paladar se va formando a medida que vamos creciendo, los nuevos sabores al principio a los niños les cuesta asimilarlos pero, a la larga, lo harán y será una gran beneficio para ellos.
Por cierto, ¿cuál fue la primera verdura qué recordáis haber probado?