Embutidos: sus tipos y cómo disfrutarlos
Los embutidos son uno de los alimentos más tradicionales de la gastronomía española. En la mayoría de los casos, se trata de carnes prensadas dentro de un contenedor, como las tripas, cocinadas con diferentes técnicas: cocida, curada, ahumada, etc. Aportan sabor a muchos platos como las fabadas, los cocidos o los típicos pucheros andaluces, aunque también podemos consumirlos solos, con pan y un chorrón de aceite de oliva virgen extra Ybarra o en ensaladas. Existen muchas variedades de embutidos y pueden variar de una región a otra de España.
Tipos de embutidos
Por un lado, podemos clasificarlos según su principal ingrediente. De esta forma, pueden ser embutidos de carne, vísceras, sangre o fiambres. Los embutidos de carne más habituales son el chorizo, el lomo embuchado, el morcón o el salchichón. Entre los embutidos de vísceras, encontramos las longanizas, las salchichas o la sabadeña. El embutido de sangre más consumido es la morcilla, de la que tenemos muchos variedades: con arroz, lustre, con patata, etc. Los fiambres son el grupo de embutidos más popular, con un sabor más suave. Encontramos el jamón de York, la mortadela o el chopped.
Por otro lado, existen diferentes tipos de embutidos según la técnica con la que se hayan elaborado. Así, pueden ser cocidos, como es el caso del jamón de York, la butifarra, la mortadela o las salchichas frankfurt; curados, ya que se maceran en adobo o con especias y se dejan secar al aire frío como el fuet, el chorizo, el lomo; o frescos, como las salchichas o la chistorra. En algunos casos, también podemos encontrar jamón embutido.
Un denominador común de todos los embutidos es que van dentro de un contenedor que ayuda a que se mantenga la presión sobre la carne. Pueden ser artificiales, de celulosa, colágeno o plástico, o naturales, como las tripas e intestinos de cerdo, vacas, ovejas o cabras.
Cómo degustarlos
La forma más tradicional de comer los embutidos es como acompañante de un guiso, con legumbres como las lentejas, los garbanzos o las judías. También podemos elaborar revueltos con aceite de oliva Ybarra, huevos y verduras, acompañados de pan, en una ensalada, o como rellenos de lasañas y canelones. Además, son un ingrediente muy socorrido para las visitas o para preparar bocadillos. Como vemos, además de sabrosos, son muy versátiles.