Aprovecha el verano para ponerte en forma
Es el momento ideal para hacer deporte porque el tiempo acompaña y habitualmente contamos con menos tiempo para tomarnos todo con calma. Y precisamente las claves para lograr con éxito los objetivos -sean cuales sean- son paciencia, constancia y esfuerzo personal. En el deporte ocurre igual y si estamos más relajados en otras facetas de la vida, esto nos ayudará a concentrar nuestras fuerzas en ponernos en forma. ¿Listo? Vamos a ellos.
Podéis comenzar en casa, comprando una cuerda y realizando saltos. Es algo sencillo pero que os iniciará en la rutina deportiva. Y a partir de ahí, iniciaros en los deportes más veraniegos que llenarán de energía y aumentarán vuestras ganas de salir, pasarlo bien y disfrutar de comidas familiares y fiestas con amigos.
La natación, ya sea en la piscina o en la playa, es un ejercicio refrescante y muy completo para el cuerpo. Mejora la resistencia, la fuerza y la flexibilidad. Realizado con moderación casi todo el mundo lo puede practicar y, además, es bueno para la salud cardiovascular.
Hacer senderismo, caminar a buen ritmo cuando el calor empieza a amainar, es una forma de realizar ejercicio al tiempo que se disfrutan de los bellos colores que ofrece el horizonte durante las puestas de sol del verano. Es, sin duda, una de las maneras más agradables de ponernos en forma en verano y de adquirir una rutina para el invierno.
Parques y playas se convierten cada vez más en improvisados campos de vóley para los que tan sólo es necesario una red y una pelota para poder jugar. Probad con amigos o familiares, marcad una intensidad adecuada para todos los participantes y haréis ejercicio mientras os divertís con los vuestros.
Salir a correr es uno de los deportes de moda, pero hay que hacerlo poco a poco e ir incrementado su intensidad a un ritmo marcado por un profesional.
Todos son deportes económicos y sencillos que se pueden hacer tanto si os quedáis a veranear en vuestras ciudades como si salís a la playa o al campo. Lo importante es adquirir esa rutina que sin darnos cuenta se incorporará a la vida y nos llevará a mantenerla también durante el invierno. Esto provocará, junto con una alimentación adecuada, que os sintáis en forma y cada día.